Mi experiencia fue que desde que supe que iría al colegio empecé a orar por los chicos que irían al Taller, y ese día me sentí emocionada, preparada, contenta, esperanzada con ganas de trasmitirles el valor de la hospitalidad en medio de un mundo tan hostil que vivimos y más en sus ambientes y a su edad.
Al llegar ya casi la hora no veía que vinieran los chicos, pero bueno poco a poco llegaron poco más de 32 jóvenes de preparatoria,
Este primer tema de detectar los prejuicios me parece muy clave y en esta ocasión sentí la necesidad de pedirle a Dios me dé un nuevo corazón, y unos nuevos ojos que me ayuden a ver cómo El ve, cómo El me ve, cómo El ve a los demás pues son sus hijos, mis hermanos…somos iguales pero diferentes cada uno con diferentes cualidades y capacidades y dotados del Espíritu de Dios que da vida y un amor grande y constante.
Me sentí bendecida afortunada de estar allí en ese momento, se renovaron mis fuerzas, mi deseo de acrecentar el deseo de servir a Dios en los hermanos migrantes, es un constante jaculatoria resonante en mi corazón.
Creo que la semilla ya se echó el sábado y confío en la obra del Sembrador que es Dios y su Espíritu Santo.
Yadira Aguirre
Primera parte del Taller de Hospitalidad Migrante impartido a alumnos del Colegio Vanguardia, Octubre 2015
Hermosillo, Sonora.
Primera parte del Taller de Hospitalidad Migrante impartido a alumnos del Colegio Vanguardia, Octubre 2015
Hermosillo, Sonora.
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