Experiencia Taller Hospitalidad - SCJ

       Esta experiencia de compartir el taller de hospitalidad con las y los jóvenes del grupo Arcoíris de la Parroquia Sagrado corazón de Jesús, dejó en mí los sentidos abiertos para ir escuchando el soplo del Espíritu. Al principio me sentí un poco asombrado y asustado por ver la gran cantidad de chav@s presentes y fue repetir lo que dice San Ignacio: Has lo que puedas hacer, dejando lo demás a Dios. Así comencé el taller disponiéndome para ser testigo de lo que iba ir viviendo en compañía de este grupo. Fue nuevamente encontrarme con un Dios alegre, humano, un Dios que se preocupa y ocupa del otro. Conforme íbamos avanzando, Jesús me iba mirando más a fondo, descubrir en el migrante el deseo de búsqueda, ese anhelo de una vida mejor (como dicen los indígenas Tzotzil Lekil Kuxlejal) El ser peregrino con el deseo de una vida plena. Y al darme cuenta de lo que tienen que pasar para llegar al ‘otro lado’. Sufren discriminación, abusos de la autoridad, prejuicios de la sociedad, en pocas palabras son los invisibles sin nombre ni apellido, los nadie, son esas personas de las que ‘me tengo que cuidar’. En estos tres sábados de taller se fueron uniendo cosas personales, casi para terminar el taller, la puerta de Catedral fue quemada. Me sorprendió mucho la reacción de la gente con comentarios que hacían en redes sociales (son delincuentes, sacrílegos, blasfemos, no tienen perdón, etc.) Bueno a que viene este comentario. Como dice Jesús a los fariseos: “por fuera parecen justos delante de los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad” (Mt 23, 27-32).
Nos indignamos por algo ‘material sagrado’ y no pegamos el grito en el cielo cuando uno de nuestros hermanos es pisoteado, en este caso un migrante cuando es víctima de abuso de autoridad, no decimos nada. ¿Por qué? Porque ellos para nosotros son delincuentes. Esta es la segunda vez que participo en el taller de hospitalidad y cada vez me siento más confrontado con esta realidad tan compleja. Me siento invitado a bajar y tocar las heridas de Cristo en esta situación en concreto que son los migrantes, yo los llamaría peregrinos con sueños, tanto a migrantes como indigentes. 

Ser peregrino e ir construyendo una vida plena, es el sueño de todo caminante...

Paco
Marzo 2016

1 comentario:

  1. Gracias Paco por tu disposición!! y por compartir tu experiencia con nosotros !!

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